Un día caminando para el colegio se encontró un balón, le gusto mucho pero por otra parte no, porque no era suyo, y ese día lo llevo al colegio. Al recreo se reunió con sus amigos para jugar un partido, después te lo divertido que fue, decidió dejarle en clase para compartirle con sus compañeros.
A la mañana siguiente su madre le llamo para ir al colegio, como cada mañana se levanto muy contento, pero este día se levanto más contento que un día normal.
Se vistió, desayuno, se lavo los dientes y se fue directo al colegio. Por el camino empezó a llover, David estaba triste por que sabía que no iba a salir al recreo a jugar un partido. A la hora del recreo se tubo que quedar en clase jugando a juegos de mesa.
Por la tarde salio el sol y quería ir al parque, pero se acordó que tenía el balón el clase, y se quedo con su hermana viendo una película.
A la mañana siguiente, como todos los días se fue al colegio pero con unas botas de fútbol nuevas.
Al oír el timbre fue el primero en salir de clase con el balón. En medio del partido se pincho el balón y esos días no pudo jugar los partidos.
Pasados unos meses, llego la hora de escribir la carta a los Reyes Magos, como os podéis imaginar una de las cosas que pidió fue un balón . Al ver sus padres lo interesado que estaba con el fútbol , le apuntaron a un club de fútbol.
Pero David al saber que tenia que hacerse un reconocimiento medico, le dio un poco de miedo. Pero llego el día y todo fue normal al igual llego el día de los Reyes Magos.
David fue ilusionado abrir sus regalos, sorprendido con el balón que le habían traído, decidió bajar a estrenarlo, David fue un niño muy feliz dando patadas al balón.
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